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Azucena García Martín

Allá por el 1988 una hoja en blanco, un lapiz de grafito y de fondo...mi abuelo leyendo su "Quijote". Mi mano comenzó a dibujar sumergiéndome en otra dimensión... 

Tiempo de aprendizaje para terminar dejando en el olvido lo que muchos dicen "mi don". 

Nunca dejaste de repetirme que no podía dejarlo, que algún día debería retomarlo. 

Ahora desde donde quiera que me observes, quiero que veas que aquí estoy de nuevo con los pinceles, y con más fuerza que nunca... 

TQ.

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